Felipe Quispe Huanca, más conocido como El Mallku, nacido en 1942 en la comunidad Chijilaya, cantón Ajllata Grande del municipio de Achacachi del departamento de La Paz, actual candidato a a la Gobernación, falleció este martes 19 de enero, según sus familiares por muerte natural aquejado de un repentino paro cardiaco, descartando así que su deceso se hubiera producido por la implacable enfermedad del coronavirus (COVID-19) Bolivia.
“Se comunica a toda la población boliviana, el sensible fallecimiento de nuestro hermano Felipe Quispe Huanca. El cual falleció por muerte natural (Paro Cardíaco) a horas 16:00 p.m. a 19 días del mes de enero del presente. Por respeto a la familia doliente se desmiente contundentemente que su fallecimiento no fue por COVID 19”, señala el comunicado oficial, vía Facebook en su página de la citada plataforma social.
El activista y líder de causas indígenas, fue un ferviente defensor de los derechos del político, sociales y económicos de los pueblos aymaras, de cuya cuna había forjado toda una vida de lucha. Entre otros aspectos de su trayectoria política, sindical e indígena, Quispe fue catedrático de la carrera de Historia de la Universidad Pública de El Alto (UPEA). Asimismo, fue dirigente campesino, diputado y jefe nacional del Movimiento Indígena Pachacuti (MIP).
Ha sido candidato a las elecciones presidenciales en 2002 y 2005. En 2014 declaró que mantenía su oposición a Morales y que no renunciaba a la violencia armada4 y en 2016 apuntó que mantenía su aspiración a gobernar.
Al finalizar el 2020, volvió nuevamente a la coyuntura de la arena política y sorpresivamente se presentó como candidato a la gobernación del departamento de La Paz, pero según la información preliminar que se dio a conocer en las últimas horas, el líder indígena murió por Covid-19 antes de la celebración de las elecciones subnacionales, previstas para el mes de marzo.
En su travesía en el acontecer sociopolítico de Bolivia, la presencia de El Mallku, emerge con su condición de fundador del Movimiento Indígena Túpac Katari en 1978, una década después formó la organización política Ayllus Rojos. En 1990 se radicalizó creando el Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK) decidido a luchar contra el gobierno boliviano por las vías de las armas, pretendiendo refundar Bolivia por medio restauración del sistema de la época Inca. Le acompañó Álvaro García Linera, con Morales. Quispe fue encarcelado por subversión durante cinco años en la cárcel de alta seguridad de Chonchocoro, salió en libertad por falta pruebas en su contra.
Después de la desarticulación de su grupo guerrillero fue elegido secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) e ingresó en la universidad para estudiar la carrera de Historia. Escribió entonces los libros «Túpac Katari; vuelve y vive carajo», «El indio en escena» y «Mi captura».
Participó en las elecciones legislativas del año 2002 consiguiendo la representación del Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) y obtuvo seis escaños, entre ellos el suyo.
Quispe dejó las armas, pero no por ello la pacificación, participando por medio de sectores sociales y sindicatos en diversas huelgas y revueltas contra los gobiernos imperantes.
Se postuló a la candidatura para las elecciones presidenciales bolivianas del 2002, quedando atrás de los candidatos Gonzalo Sánchez de Lozada y Evo Morales, este último también indígena y de la misma nacionalidad aymara que Quispe, que junto a él, además de los sectores de la ciudad de El Alto, la Central Obrera Boliviana, indígenas, campesinos y mineros en general conformaron una insurrección para derribar al gobierno de Sánchez de Lozada que pretendía exportar gas natural utilizando los puertos del vecino Chile a Estados Unidos (dos países a los que consideraba enemigos).
Quispe volvió a presentarse a las elecciones presidenciales en 2005 donde tampoco tuvo éxito, quedando de quinto lugar con el 2,16% de sufragios a su favor, siendo ganador Morales. Esta votación determinó la desaparición de su partido.
En 2014 explicó que había dejado el MAS y que mantenía su oposición al Presidente Evo Morales sin renunciar a la violencia armada y en 2016 declaró que mantenía viva su aspiración a gobernar.
Su vida, tuvo facetas y matices como el ser aficionado al futbol, tanto así que fundó su propio club deportivo denominado Pachacuti, equipo del cual también ofició de director técnico.