Por concepto de ingresos de impuestos al Estado, el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, informó que la empresa estatal Boliviana de Aviación (BoA), reportó la pérdida de Bs 740 millones como efecto de la reducción de sus vuelos de 130 a solo 85, lo que representa una reducción del 40%.
La autoridad del ministerio del cual depende la línea aérea estatal, enfatizó que la caída de esos ingresos se sucedió en todo el corto periodo del gobierno transitorio de Jeanine Anez. «Antes del golpe de Estado, la empresa llegó a operar 130 vuelos al día con 22 aeronaves. En este momento el flujo bajó a 85 vuelos diarios, lo han reducido a menos del 40 por ciento», dijo.
Eso y otros pormenores, según el ministro Montaño, serán conocidos en detalle en los próximos días, de manos del nuevo gerente de BoA, Ronald Casso, quien el miércoles fue posesionado en el cargo, sitio al que vuelve luego de un año de la caída del gobierno de Evo Morales.
Montaño indicó que la anterior administración entregó la dirección de esta empresa a una aerolínea privada, con el fin de favorecer a la competencia con la disposición de rutas y horarios más rentables.
Precisó que esta aerolínea empezó a operar el 2008 con 120 trabajadores, dos aviones y seis vuelos al día, mientras que ahora solo existen 12 aeronaves que operan de forma irregular.
Por su parte, Casso, quien dirigió la aerolínea estatal más de una década, desde su creación hasta noviembre de 2019, sostuvo que «es triste» enterarse lo que ocurrió con la empresa durante los últimos 11 meses, por lo que su reto será reconstruir la aerolínea para el beneficio de la población.
Aseguró su mayor esfuerzo y compromiso para sacar a flote la aerolínea estatal.
Casso es licenciado en Ciencias y Artes Militares Aeronáuticas – Oficial Aviador de la Fuerza Aérea (con el rango de teniente coronel), magíster en Administración y Dirección de Empresas con especialidad en Marketing e ingeniero en Sistemas Electrónicos.