Mediante un pronunciamiento público, la noche de este jueves, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), ratificó que las elecciones del pasado 18 de octubre se llevaron en el marco de un proceso limpio, transparente, pacífico y altamente participativo, por lo que califica de “versiones fantasiosas” las acusaciones en contra del Órgano Electoral, en el caso específico sobre una supuesta existencia de un “bloque de data alterno, con acceso secreto, fuera del alcance de quienes hasta ahora verificaron la integridad del padrón”.
“La Sala Plena del Tribunal Supremo Electoral (TSE) ratifica a la ciudadanía que el proceso electoral 2020 ha sido limpio, transparente, pacífico y altamente participativo, conducido con independencia e imparcialidad, como lo han señalado de manera unánime los informes de las misiones de observación internacional y las plataformas nacionales”, remarca el pronunciamiento público, leído por su presidente, Salvador Romero.
Por ello, señala el documento, la elección boliviana de 2020 ha sido saludada internacionalmente por su carácter ejemplar y ha sido reconocida por los distintos gobiernos. “El TSE agradece esas valoraciones tan positivas sobre la gestión y sobre el proceso, cuyo resultado se plasmó en el acta de cómputo final suscrita sin observaciones por todos y cada uno de los vocales que integramos la Sala Plena”, argumenta Romero.
Sin hacer mención directa al paro cívico, cuya protesta ve fraude en las elecciones del mingo 18 de octubre, el TSE ha exteriorizado que todo responde a las posturas de algunos actores políticos, sociales y regionales pretenden desconocer la transparencia de la elección y su aporte central al afianzamiento de la democracia en el país y de la convivencia pacífica, con noticias falsas, distorsionadas, engañosas, medias verdades o apreciaciones desprovistas de sustento.
Aunque no hay elementos probatorios de carga y más bien se pide que sea el TSE el que demuestre que todo está correcto, en el constante ánimo de explicación y transparencia que ha caracterizado a esta gestión del Tribunal Supremo Electoral, se ofrecen elementos explicativos suplementarios.
“Rechazamos las alusiones a un “bloque de data alterno, con acceso secreto, fuera del alcance de quienes hasta ahora verificaron la integridad del padrón”, que se suman a la lista de versiones fantasiosas sobre el padrón y que incluyen, entre otras, millones de registros fantasmas, crecimientos desproporcionados de inscripciones, posibilidad de múltiples registros de una persona y otras”, responde el Órgano electoral.
Además, menciona, que no existen pruebas, ni siquiera indicios de tales suposiciones. “De existir, habrían sido descubiertas o puestas en evidencia por la auditoría de la OEA, por las misiones de observación electoral o por cualquiera de las organizaciones políticas que tuvo acceso irrestricto al padrón a lo largo de la gestión 2020”, enfatiza el documento de la sala plena del TSE.
En segundo lugar, el pronunciamiento ratifica que el cómputo de las actas refleja la voluntad ciudadana expresada en las urnas. Menciona que el trabajo se efectuó en apego a la ley, en actos públicos y terminó sin mesas anuladas. “Los resultados son genuinos, más allá de que varias actas tuvieron errores de llenado, en particular de suma o asignación equivocada de sufragios en las casillas de ADN o Libre 21 en lugar de ser directamente anotados en el rubro de votos nulos”.
En tercer lugar, el pleno del TSE enfatiza que el proceso de cómputo se efectuó en cada uno de los Tribunales, con el escaneado de las actas y la transcripción de las cifras por funcionarios o personal contratado. “Todas las imágenes de las actas están disponibles para la consulta ciudadana y hay, evidentemente, absoluta coincidencia con las fotografías que pudieron tomar las personas o con las copias que tienen las organizaciones políticas”, enfatiza el documento.
Asimismo, el TSE al reafirmar que todo fue trasparente, deja abierta la posibilidad de una auditoria a dicho proceso electoral. Al respecto, “el TSE ratifica que todo el proceso electoral es verificable, es decir que es comprobable en todas y cada una de sus etapas, procedimientos, acciones y decisiones. Esto significa que el proceso electoral es fácilmente auditable por cualquier organización o por cualquier ciudadano”, responde.
Para dicho efecto, el TSE enfatiza que tal es la trasparencia de su administración de las elecciones del 18 de octubre que menciona que allí están el padrón abierto, las actas de cada mesa disponibles, las resoluciones públicas, los informes de observación difundidos o los procesos de contratación disponibles.
“El Órgano Electoral reitera su plena predisposición para entregar la información que le sea solicitada por cualquier ciudadano u organización para que, de esta manera, se efectúen los análisis independientes que se consideren más adecuados”, concluye, entre otras consideraciones reiteradas una y otra vez.
“El trabajo de las misiones de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE), el Centro Carter o la Unión de Organismos Electorales de América (UNIORE), para citar las principales que se desplegaron en el territorio, supone una verificación del cumplimiento de los estándares de integridad por parte de la autoridad electoral y tiene todas las características de una auditoría de una elección”, anfatiza.